viernes, 23 de marzo de 2012

Mientras escribo, de Stephen King

Hace unos meses me enteré de que existía un ensayo de Stephen King sobre el oficio de escribir. Inmediatamente lo busqué y me puse a leerlo. Me gustó, y me parece que puede ser interesante para cualquiera que quiera dedicarse a la escritura conocer la vida de autores de éxito y escuchar lo que tienen que decir, sus trucos, lo que hacen, lo que piensan, lo que han vivido, cualquier cosa. Aunque sea para darse cuenta de que el fracaso es algo que ha acompañado a prácticamente todo el mundo desde el principio, y durante años en muchos casos.

He dicho que Stephen King es un escritor de éxito, evitando a posta calificativos como “bueno” o “grande”, ya que no puedo decir nada sobre la calidad de sus textos: además de que sería totalmente subjetivo (el mundo del arte en general nos enseña a diario que lo que a ti te puede parecer una gran mierda en realidad vale más que tu vida), no he logrado leerme nada más que el primero de La Torre Oscura, y me costó un poco. Me pareció demasiado lento, aunque supongo que seguiré con la serie cuando esté de humor. En cualquier caso, aunque no me terminara de enganchar esa historia en concreto no creo tener derecho a despreciar las enseñanzas de alguien que, y esto sí que es cierto, sabe vender libros como nadie. Y que además al tener la oportunidad de leerlo tal y como es, en este ensayo me ha parecido alguien muy interesante. Tampoco creo que fuese buena idea rechazar firmemente un libro de consejos para escritores noveles hecho por Danielle Steel, por ejemplo. Queda claro por dónde voy.

La portada del libro en cuestión. Habrá a quien la pegatina de "Best Seller" le dé alergia.
He buscado la cubierta con ella a propósito. Sufrid.

El libro, titulado "Mientras escribo", tiene tres partes. La primera es una autobiografía donde se narran las experiencias del autor antes y durante su carrera como escritor: infancia, adolescencia, juventud, matrimonio, adicciones y dificultades. La segunda es la guía de escritura que muchos habrán ido a buscar: una serie de herramientas varias para todo escritor sobre estilo, creación de historias, personajes, situaciones… En último lugar, King vuelve a su vida, y habla sobre el accidente que podía haberlo matado en 1999 –un conductor lo atropelló mientras paseaba por el borde de una carretera– y su recuperación posterior.

La parte autobiográfica puede parecer descolgada del objetivo que muchos perseguirán al empezar el libro, pero no es del todo improbable que resulte interesante al lector-escritor ávido de consejos: no se puede decir que King haya tenido una vida aburrida, y como decía puede servir para darse cuenta de que el fracaso parece ser una constante en la vida del escritor novato, y no tan novato.

Recomendado a quien tenga en mente dedicarse al oficio de escribir, especialmente ficción, y que albergue ciertas expectativas de ser leído por alguien (para algunos, el hecho de ser comercial resulta negativo; yo también tengo ciertas reservas al respecto). Como mínimo puede resultar útil hojearlo para intentar sacar algo, por poco que sea, de alguien que seguro que ha vendido más libros que cualquiera de nosotros (de nuevo, tener reparos es totalmente legítimo). Yo me quedé con pocas cosas concretas, más las que se me han ido olvidando, pero sin duda logró motivarme bastante.

Cameo de Stephen King en la serie estadounidense Sons of Anarchy.
La foto no guarda relación con el tema; es una excusa para decir que la serie es muy buena.

Desde luego que no resulta un manual indiscutible, más si se tiene en cuenta que algunos consejos están enfocados a la escritura en inglés, pero aun así se le pueden extraer algunas enseñanzas. Las que tomé prestadas: para escribir hay que leer mucho –un clásico, y no por ello menos cierto–; no hay que hacer un esquema claro y detallado de la historia antes de empezar; es fundamental conseguir que los diálogos suenen creíbles –parece obvio, pero luego uno se encuentra conversaciones capaces de cargarse un libro entero–; es necesaria cierta disciplina a la hora de escribir –esto me queda muy pendiente–; si eres malo nunca llegarás a ser bueno, pero si eres competente puedes mejorar con práctica y conocimientos; y que usar muchos adverbios te hace sonar forzado e idiota –esto me pareció importante–.

En fin, como ya debe haber quedado claro, el libro también está bien aunque no se tenga ni la más mínima intención de escribir y solo haya interés por la vida de Stephen King. En este caso, basta con saltarse la parte central. No creo que la biografía sea el principal encanto del libro, pero supongo que puede darse el caso de que sea lo más importante para alguien.

Hay gente pa tó.

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